“Me he vuelto más escéptico”. 10(+1) preguntas a Anthony Choy

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“¡Vigilen los cielos!” es la pequeña frase que, semana tras semana, enuncia emotivamente Anthony Choy tras un largo programa de tres horas en radio Capital. Lleva más de 5 años al aire, 14,000 llamadas contestadas y 500 programas emitidos. El éxito de Viaje a Otra Dimensión es rotundo y su carrera como investigador de lo paranormal también. La pasión por encontrar la verdad y su afición por lo desconocido, ha llevado, con la sencillez que lo caracteriza, a que su nombre sea de importancia para la ufología peruana. Entrevisté a Anthony el sábado pasado y el resultado fue una amena conversación de 10 preguntas con respecto a lo paranormal.

Gwidingwi Dema de Clap! Clap!

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Si de música electrónica basada en los sonidos de África se trata, no se me puede pasar otra cosa por la mente que el uso de ritmos Kuduro enlazado con sonidos tribales y las últimas tendencias de música electro-comerciales que hoy se escuchan hasta en la sopa. Pero no: no es lo que creía. Aunque puedo decir que música con descripciones como las que hago previamente sí existe y generalmente se ve en el afrobeat fusionado con la música dance…¡aunque este no es el punto de este post!. La existencia de Clap! Clap!, proyecto musical del dj italiano Digi G´Alessio (Cristiano Crisci, para los amigos), que es algo así como una especie de Major Lazer con Diplo, corrobora que se puede jugar con los elementos más alucinantes de la cultura africana (y en parecer de Zimbabwe) para crear un trabajo final único y diferente a lo que se ha escuchado antes.

Gwidingwi Dema significa selva negra en el idioma Shona de Zimbabwe. Como dicen las descripciones del sencillo en internet, se trata de un trabajo “blanco por afuera, pero con espíritu negro por dentro”; una descripción un tanto explícita, pero cierta en su totalidad. El EP conserva toda la energía que emana la cultura africana mezclada con los bajos fuertes  que caracterizan las producciones de Digi G´Alessio. Los sonidos tribales se marcan al ritmo de la repetición de beats post producidos, cánticos aborígenes, percusión tradicional para armar una verdadera fiesta en las entrañas de la selva africana. El uso de elementos netamente autóctonos crea la esencia de cada canción y en especial de “Please mother rain wash our souls from human evil” (Por favor madre lluvia lava nuestras almas del demonio humano) que, para ser la primera canción del repertorio y al parecer una especie de ritual tribal muy bailable, introduce al oyente a la travesía musical de Gwidingwi Dema, un safari de experimentación y ritmo constante. La exposición de sonidos del continente negro con ritmos electrónicos puede ser igual o más divertido que los típicos movimientos/estilos músicales populares de dicho continente (kuduro, afrobeat, kizomba, etc. ) dando una propuesta novedosa y exótica para quién lo escucha.

El álbum esta en streaming (que, oh sorpresa, está incrustado arriba en este post!) y para ser comprado en la tienda del colectivo Origami Sound (http://store.origamisound.com/album/gwidingwi-dema)

Clap! Clap! en Facebook: https://www.facebook.com/clakclakboomclak?fref=ts

Lo nuevo de Beck

Defriended, el último sencillo lanzado por Beck. (2013)

Se sabe que Beck anda en proyectos musicales casi siempre. Es de agrado el decir que es un artista que simplemente no deja de hacer música para el “bien de todos los que lo escuchamos” y de hecho, que sigue en constante experimentación con la música. Y es tal vez “experimental” la mejor manera de definir la música de Beck...y por qué no, a su persona. Él es algo así como un “camaleón musical” que muta a través de los años (ojo, sin quitarle de alguna medida el nick que a Bowie compete) y juega con los diferentes sonidos posibles para llegar a un producto final muy bien elaborado. Desde un lo-fi cuasi experimental con Mellow Gold hasta llegar a crear un libro de partituras como su “último álbum” para el cual deseaba el feedback musical constante de sus fans y lectores, Beck da siempre una muestra clara de que se puede hacer música sin alterar el orden de los factores que determinan el género musical del artista.

Defriended fue recientemente lanzado como single en el presente año y su sonido nos hace volver a la época para cuando lanzó Guero y The Information, discos básicos si es que te animas a escuchar su discografía. Una canción marcada por una tendencia a la experimentación con lo electrónico y a unos riffs que le dan un toque más alterno. El coro casi celestial se une con un ambiente profundamente rítmico donde el fuerte golpe de tambor marca una gran diferencia estética que bien le hace a la canción.  Una canción de apegada al sonido dreampop, donde el ritmo de la canción engancha rápidamente con toques gltich. Una mezcla,a mi parecer, bien hecha. Beck cantándole a una Karen, preguntándose(le) el por qué de su secreto. Una pregunta que redunda durante toda la esencia de la canción. Dato curioso: Esta composición fue hecha hace 5 años atrás, tal vez respondiendo así el porqué del sonido electro-acústico característico a los tiempos donde Beck seguía con la onda de lanzar canciones al estilo de The Information.

I Won´t Be long, es la otra joyita (single) lanzada hace poco (muy poco, a decir verdad). Un pop más echado al lado de Modern Guilt (último álbum de estudio donde tocó con instrumentos y música grabada). Una canción con un estilo más soft que, como siempre, no deja el lado pop con riffs que Beck brinda cuando de electrónica con rock no se trata. Un sonido que en estos últimos años Beck se ha dedicado a intensificar para lograr resultados tan buenos como I Won´t Be Long en donde los instrumentos se mezclan entre sí para crear una armonía de cuerdas, coros casi en onda “shoegaze” y  elementos electrónicos usados en el momento debido, creando así un ambiente de la esencia de la música alternativa. El cover del single nos da a entender ese ambiente que se quiere dar: una especie de lujo visual dentro del cual queremos estar.

Beck sigue haciendo música, y al parecer, lo seguirá haciendo para un buen rato más. Al parecer está en la producción de dos nuevos álbumes más y solo el tiempo nos hará escucharlos. Esperemos que no tarde mucho.

Qué implica preguntar por el cebiche y Machu Picchu ahora.

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No sé si todo esto se ha convertido en un cliché armado a través del tiempo, pero así parece. Lo digo por que ya van varios años que el mismo caso se da una y otra vez como una especie de círculo vicioso del cual se padece y se complace en la sociedad. De hecho, puede indignar a los que recién se den cuenta durante todo el tiempo en que, involuntariamente, se habían vuelto parte-de la atmósfera que involucra el tema a tratar acá. El que Bosé haya puesto en “línea” a los queridos periodistas del medio local después de que fuera bombardeado de preguntas superficialmente off-topic me parece un hecho un toque curioso. Tal vez no por que se haya hecho antes por parte de un artista, sino por la reacción de todos los internautas y uno que otro periodista light. Por fin todos se dieron cuenta. Es increíble.

¿Qué motiva a preguntar cojudeces fuera del tema? ¿Qué motiva a preguntar al entrevistado acerca de su opinión de que “el himno nacional peruano se encuentra entre los más bellos del mundo” (lo cuál, realmente lo dudo a falta de fuentes validas)? ¿O si es que le parece justa la elección de Machu Picchu como maravilla del mundo 4 años después de los resultados? ¿Qué motiva preguntar esto a un artista extranjero que tal vez nunca en su miserable vida ha escuchado el término “Pisco” o “Cebiche”…para cuando deberías –éticamente- preguntarle acerca de la labor social que está haciendo por estos lares? Alguna de las palabras que para muchos de los peruanos puede involucrar cierto sentido de “orgullo” (dígase Pisco –y Sour, también-, Marca Perú, y un largo etc)  se ven a menudo tanto en las redes sociales, agencias de noticias y en la calle misma. Las pocas veces que vi algún video donde la prensa local atacaba con preguntas a algún extranjero acerca de su estadía (de tal vez 3 horas, saliendo del hotel) debía ser mencionada la palabra “Machu Picchu” por lo menos 2 veces en el lapso de 5 segundos mientras se perseguía a la estrella en medio de flashes.

“[inserte el nombre de alguna estrella que vino a Perú y fue acosada] Wat do yu think about piscou, please anser, plis”.

Si bien las superestrellas están acostumbradas a preguntas acerca de su vida sentimental y/o de cualquier índole amarillista, se apela pues acá a una propuesta más nacionalista-sentimentalista: queremos que nos respondan acerca de su estadía y si consumieron algo nuestro para luego, claro, sentirnos bien con eso. O sea, no digo que esté mal, pero, ¿acaso no son esas preguntas más de “patas”? ¿Queremos alimentar un ego que antes no teníamos y que se ha afianzado hace poco? ¿Acaso no creen que ya es mucho? Creo que todo tiene un límite…y pues bien el que teníamos ya lo sobrepasamos hace rato y/o algunos ya lo mega sobrepasaron en situaciones tan vergonzosas como las de la conferencia de prensa de Miguel Bosé acá en Lima.

No digo que el ser peruano y el alimentar el orgullo nacional sea malo porque, a decir verdad, todos los países lo hacen (sobretodo México, por ejemplo, en donde el nacionalismo se vive y se respira), pero creo que en este país manifestamos lo que nos hace sentir “orgullosos-de” de una manera exageradamente…extraña. ¿Por qué nuestro nacionalismo sólo se basa en comidas y no en hechos? ¿Acaso nuestra sociedad está marcada por la idolatría a una bebida como fundamento de amor a la patria? ¿El preguntar acerca del desempeño del Perú en la gastronomía mundial ayudará a solventar la autoestima de muchos peruanos?  Son muchas las cuestiones pero que, en última instancia, siempre derivan a una misma y sola cosa: el preguntar por lo mismo para sentirnos mejor. “Nuestras cartas de presentación” (el eje Pisco-Cebiche-Machu Picchu) serán siempre las causantes de la derivada principal de todas las preguntas sin sentido habidas y por haber en una conversación que amerita responder otro tipo de dudas. A veces, solo a veces,  me pongo a pensar si es que nuestra historia tiene que influir en algo en esto. ¿Qué hubiese pasado si Perú hubiese ido al mundial? ¿Si hubiésemos ganado algo importante para el bien de la sociedad? ¿Si el Estado respondiera mejor a las necesidades del pueblo? Lo más probable es que hubiésemos dejado de preguntar por cosas frívolas y/o fuera de contexto y nos enfocáramos a otro tipo de nacionalismos menos triviales. Nos preocuparíamos menos y de hecho, no tendríamos que estar comparando sólo monumentos híper-comercializados con el obelisco de la batalla de Junín. Pero como dicen algunos, son solo pensamientos que nada ayudarán al futuro, pero…qué hubiese pasado?

De hecho ahora me siento más tranquilo al saber que la gente razona en masa al ver que preguntas como "que prefieres comida china o peruana?", "que opinas sobre el futbol peruano?", “"que te parece la comida peruana?" redundan en lo mismo: en estupideces que ya nadie soporta más.

Que me disculpen los “Pensamiento Marca Perú”, pero tenía que desquitarme con esto. Aprendamos a buscar otros elementos que nos hagan sentir mejores…y buscar mejores periodistas en el medio, por favor.