No sé si todo esto se ha convertido en un cliché armado a través del tiempo, pero así parece. Lo digo por que ya van varios años que el mismo caso se da una y otra vez como una especie de círculo vicioso del cual se padece y se complace en la sociedad. De hecho, puede indignar a los que recién se den cuenta durante todo el tiempo en que, involuntariamente, se habían vuelto parte-de la atmósfera que involucra el tema a tratar acá. El que Bosé haya puesto en “línea” a los queridos periodistas del medio local después de que fuera bombardeado de preguntas superficialmente off-topic me parece un hecho un toque curioso. Tal vez no por que se haya hecho antes por parte de un artista, sino por la reacción de todos los internautas y uno que otro periodista light. Por fin todos se dieron cuenta. Es increíble.
¿Qué motiva a preguntar cojudeces fuera del tema? ¿Qué motiva a preguntar al entrevistado acerca de su opinión de que “el himno nacional peruano se encuentra entre los más bellos del mundo” (lo cuál, realmente lo dudo a falta de fuentes validas)? ¿O si es que le parece justa la elección de Machu Picchu como maravilla del mundo 4 años después de los resultados? ¿Qué motiva preguntar esto a un artista extranjero que tal vez nunca en su miserable vida ha escuchado el término “Pisco” o “Cebiche”…para cuando deberías –éticamente- preguntarle acerca de la labor social que está haciendo por estos lares? Alguna de las palabras que para muchos de los peruanos puede involucrar cierto sentido de “orgullo” (dígase Pisco –y Sour, también-, Marca Perú, y un largo etc) se ven a menudo tanto en las redes sociales, agencias de noticias y en la calle misma. Las pocas veces que vi algún video donde la prensa local atacaba con preguntas a algún extranjero acerca de su estadía (de tal vez 3 horas, saliendo del hotel) debía ser mencionada la palabra “Machu Picchu” por lo menos 2 veces en el lapso de 5 segundos mientras se perseguía a la estrella en medio de flashes.
“[inserte el nombre de alguna estrella que vino a Perú y fue acosada] Wat do yu think about piscou, please anser, plis”.
Si bien las superestrellas están acostumbradas a preguntas acerca de su vida sentimental y/o de cualquier índole amarillista, se apela pues acá a una propuesta más nacionalista-sentimentalista: queremos que nos respondan acerca de su estadía y si consumieron algo nuestro para luego, claro, sentirnos bien con eso. O sea, no digo que esté mal, pero, ¿acaso no son esas preguntas más de “patas”? ¿Queremos alimentar un ego que antes no teníamos y que se ha afianzado hace poco? ¿Acaso no creen que ya es mucho? Creo que todo tiene un límite…y pues bien el que teníamos ya lo sobrepasamos hace rato y/o algunos ya lo mega sobrepasaron en situaciones tan vergonzosas como las de la conferencia de prensa de Miguel Bosé acá en Lima.
No digo que el ser peruano y el alimentar el orgullo nacional sea malo porque, a decir verdad, todos los países lo hacen (sobretodo México, por ejemplo, en donde el nacionalismo se vive y se respira), pero creo que en este país manifestamos lo que nos hace sentir “orgullosos-de” de una manera exageradamente…extraña. ¿Por qué nuestro nacionalismo sólo se basa en comidas y no en hechos? ¿Acaso nuestra sociedad está marcada por la idolatría a una bebida como fundamento de amor a la patria? ¿El preguntar acerca del desempeño del Perú en la gastronomía mundial ayudará a solventar la autoestima de muchos peruanos? Son muchas las cuestiones pero que, en última instancia, siempre derivan a una misma y sola cosa: el preguntar por lo mismo para sentirnos mejor. “Nuestras cartas de presentación” (el eje Pisco-Cebiche-Machu Picchu) serán siempre las causantes de la derivada principal de todas las preguntas sin sentido habidas y por haber en una conversación que amerita responder otro tipo de dudas. A veces, solo a veces, me pongo a pensar si es que nuestra historia tiene que influir en algo en esto. ¿Qué hubiese pasado si Perú hubiese ido al mundial? ¿Si hubiésemos ganado algo importante para el bien de la sociedad? ¿Si el Estado respondiera mejor a las necesidades del pueblo? Lo más probable es que hubiésemos dejado de preguntar por cosas frívolas y/o fuera de contexto y nos enfocáramos a otro tipo de nacionalismos menos triviales. Nos preocuparíamos menos y de hecho, no tendríamos que estar comparando sólo monumentos híper-comercializados con el obelisco de la batalla de Junín. Pero como dicen algunos, son solo pensamientos que nada ayudarán al futuro, pero…qué hubiese pasado?
De hecho ahora me siento más tranquilo al saber que la gente razona en masa al ver que preguntas como "que prefieres comida china o peruana?", "que opinas sobre el futbol peruano?", “"que te parece la comida peruana?" redundan en lo mismo: en estupideces que ya nadie soporta más.
Que me disculpen los “Pensamiento Marca Perú”, pero tenía que desquitarme con esto. Aprendamos a buscar otros elementos que nos hagan sentir mejores…y buscar mejores periodistas en el medio, por favor.
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